Objetivos
OBJETIVO GENERAL:
REVITALIZAR LA PRÁCTICA DOCENTE A TRAVES DE PROPORCIONAR ELEMENTOS DIDACTICO-PEDAGOGICOS PARA EL DESARROLLO DE TALENTOS E INTELIGENCIAS MULTIPLES.
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
· Estimular el desarrollo de la percepción, el razonamiento, la memoria y la sensibilidad, para promover actitudes creativas y dinámicas.
· Favorecer el desarrollo profesional docente, considerando sus aspectos: físico, emocional, intelectual y creativo.
· Contribuir al desarrollo de la capacidad de comunicación con el entorno didáctico y pedagógico.
Propósitos generales
Inducir al profesor a enfocar su atención en los potenciales y capacidades que cada uno puede desarrollar y a tratar las "deficiencias" como simples "áreas débiles".
Favorecer la significatividad del conocimiento al generarlo a partir de los interes efectivos, intereses que están determinados por la "matriz cultural" en que se ha gestado y por el nivel de desarrollo en que se encuentran.
Orientar el trabajo pedagógico hacia el desarrollo de las habilidades intelectuales del sujeto teniendo como propósito fundamental el ejercicio de la actividad creadora y no el mero aprendizaje académico.
Contenidos
· LA MISIÓN DEL DOCENTE
o QUE SIGNIFICA SER MAESTRO
o CARPE DIEM (APROVECHAR EL DIA)
o COMPROMISO Y DECISIÓN
· EDUCAR HOY ES DIFERENTE
o LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI
o EL PROYECTO ZERO
· EL PENSAMIENTO EN EL AULA
o LOS HEMISFERIOS CEREBRALES
o EL PENSAMIENTO LATERAL
o SIENTO, PIENSO Y EDUCO
o LA INTELIGENCIA EN EL AULA
· INTELIGENCIAS MÚLTIPLES
o ORIGEN Y FUNDAMENTACION
o GARDNER Y LA TEORÍA DE LAS IM
o TIPOS Y CARACTERÍSTICAS DE INTELIGENCIA
o LAS IM EN LA EDUCACIÓN
· APRENDIENDO CON Y A TRAVÉS DEL ARTE
o TÉCNICAS DE EXPRESIÓN GLOBAL
o CREATIVIDAD Y EDUCACIÓN
o EL DOCENTE-ARTISTA
Antecedentes
Howard Gardner sostiene que no existe una capacidad única, que todo ser humano posee en mayor o menor grado lo que podría medirse mediante tests y que llama "inteligencias".
Así, llaman la atención todas las actividades que el hombre ha desarrollado a través de los tiempos. Si consideramos a los cazadores, jefes espirituales, estrategas, marinos, filósofos, músicos, artista, observamos que demuestran capacidades para resolver problemas, para actuar y para crear.
Cada uno de nosotros posee estas formas de inteligencia y las desarrollamos en mayor o menor grado de acuerdo con nuestra historia o nuestra cultura.
Howard Gardner Profesor y codirector del Proyecto Cero en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Harvard, ha publicado en las últimas dos décadas una diversidad de libros en que destacan: "Arte, mente y cerebro", la mente no escolarizada", "Educación artística y desarrollo humano", "La nueva ciencia de la mente", "inteligencias múltiples", "mentes creativas".
Gardner destruye el tópico de que la inteligencia es una habilidad simple que cada ser humano posee en mayor o menor medida, y muestra que hay siete inteligencias o tipos de inteligencia. Al mismo tiempo reacciona contra la visión corriente de la psicología, la cual, a su juicio, pone excesivo énfasis en los aspectos cognitivos descuidando el papel de la personalidad, las emociones y el contacto cultural en que se desenvuelven los procesos mentales.
La teoría de las múltiples inteligencias para el desarrollo de
habilidades del pensamiento
Una preocupación actual es lograr la calidad en la enseñanza. Para aspirar a tal calidad, se hace necesario el desarrollo de habilidades del pensamiento que permitan a los alumnos y alumnas la resolución de problemas en todos los ámbitos de su vida.
La teoría de las múltiples inteligencias, desarrollada por Howard Gardner, propone un modelo de escuela en donde el objetivo principal sea el individuo, su descubrimiento y el desarrollo de habilidades. Hablemos de su teoría y sus aplicaciones en la escuela.
Un poco de historia
En 1979, la Fundación Bernard Van Lere de La Haya encargó a un equipo de investigadores de la Escuela Superior de Harvard, la realización de un estudio muy trascendente: “La naturaleza del potencial humano y su realización”. Howard Gardner, un joven psicólogo evolutista, formó parte de ese grupo y se encargó de un trabajo muy atractivo: la recopilación monográfica de lo que las ciencias humanas habían establecido acerca de la naturaleza de la condición humana. El estudio culminó con la publicación de Frames of mind en 1983.
En esta obra, Gardner escribió sobre las “inteligencias múltiples” y argumentó que la inteligencia no es una entidad –unidad compuesta de habilidades diversas–, sino que hay múltiples inteligencias, independientes unas de otras.
Con el término múltiple, Gardner resaltó el número desconocido de capacidades que posee el hombre, desde una inteligencia musical hasta la habilidad de conocerse a sí mismo y relacionarse con los demás. Por otro lado, con el término inteligencia, subrayó y dejó claro que estas habilidades son tan importantes como lo son las lingüísticas y las lógicas, las cuales son medidas por el test de C.I. Gardner.
Este investigador terminó su libro discutiendo brevemente sobre las posibles implicaciones educativas de la teoría.
Para sorpresa de Gardner, su obra y su teoría no provocaron gran interés entre sus colegas, sino entre un público formado por maestros, administradores de escuelas, inspectores, miembros de consejos escolares, profesionales de la educación y padres de familia, quienes se preocupaban por el tema de calidad de la enseñanza.
Empezaron entonces a proliferar interpretaciones de la teoría, artículos de divulgación, libros y hasta una revista, Provoking Thouhgts, dedicada a resolver problemas de la inteligencia múltiple. Algunos proyectos educativos se interesaron en seguir los planteamientos de Gardner y ponerlos en práctica (Spectrum, Key School...).
Así, Gardner, inició en 1993 –y continúa hasta ahora– a trabajar con un gran número de colegas en el Proyecto Zero de Harvard, en donde se ha dedicado a explorar las implicaciones educativas de la teoría de las múltiples inteligencias, y ha llegado a la conclusión de que: “la consideración detenida de un amplio rango de inteligencias humanas conduce a una nueva visión de la educación, la cual denominó: educación centrada en el individuo”.¹
Para la identificación de las inteligencias, se consultaron evidencias tales como: conocimiento acerca del desarrollo normal y del desarrollo en individuos superdotados, información acerca del deterioro de las capacidades cognoscitivas, en condiciones de lesión cerebral; estudio de poblaciones excepcionales, como niños prodigio, sabios, idiotas, autistas, estimación de la cognición, a través de las culturas; estudios psicométricos, estudios psicológicos de aprendizaje, etcétera.
Así, después del análisis de evidencias, se seleccionaron las inteligencias que satisfacían todos o la mayoría de los criterios. Era, además, indispensable que cada inteligencia poseyera una operación o conjunto de operaciones identificables; es decir, cómo se manifiesta y se hace observable. También, dice Gardner, una inteligencia debe ser codificable en un sistema simbólico, con significado, producto de una cultura.
El trabajo de Howard Gardner dio como resultado una lista de siete inteligencias, aunque no ha declarado que ésta se encuentre terminada o que sea su lista final.
Las Inteligencias
1. Inteligencia musical, que se define como la habilidad de percibir y producir música. Esta capacidad se encuentra localizada en áreas del hemisferio derecho del cerebro, y proporciona un sistema simbólico accesible, la notación musical.
2. Inteligencias cinético-corporal, para solucionar problemas o forjar productos usando el cuerpo. Personas que tienen esta inteligencia muy desarrollada son los atletas, los artesanos y los bailarines.
3. Inteligencia lógico-matemática, para resolver y plantear productos de lógica matemática. Los científicos son ejemplo de personas que tienen muy desarrollada esta inteligencia.
4. Inteligencia lingüística, habilidad para resolver problemas y crear productos de índole verbal. Los escritores son ejemplo de personas con una inteligencia lingüística muy desarrollada.
5. Inteligencia espacial, para formar un modelo mental de un ámbito espacial y operar al usar ese modelo. Los marineros, los cirujanos y los pintores son ejemplos de personas con un alto desarrollo de esta inteligencia.
6. Inteligencia interpersonal, que se construye, según Gardner, a partir de la habilidad para sentir distinciones entre las personas: contrastes en sus estados de ánimo, temperamento, motivaciones, intenciones; es decir, es la capacidad para entender las motivaciones de una persona y poder así trabajar con ella. Se dice que una inteligencia interpersonal muy desarrollada la deben tener los profesores, los líderes religiosos, los vendedores...
7. Inteligencia intrapersonal, es la habilidad que se manifiesta cuando un individuo puede formar un modelo de sí mismo y usarlo para funcionar en su vida cotidiana. Howard Gardner encuentra que todos las inteligencias poseen un vínculo biológico y que todos los seres humanos desarrollan diferentes habilidades para resolver distintos problemas, y éstas son independientes unas de otras.
Un concepto diferente de inteligencia
Howard Gardner define a la inteligencia pluralizando el concepto tradicional, y dice que “una inteligencia implica la habilidad necesaria para resolver problemas o elaborar productos que son de importancia en un contexto cultural o en una comunidad determinada”.²
La parte central de este concepto se encuentra en la habilidad de resolver problemas, pues siempre que se hace uso de una habilidad determinada para ello, queda claro que se persigue un objetivo, y la identificación de éste nos lleva a plantear un método para resolverlo y alcanzarlo.
Así, la inteligencia se traduce en términos de uso de habilidades, las que se pueden detectar y desarrollar.
Las bases de la teoría y los criterios de selección de las inteligencias
La teoría de las inteligencias múltiples se organiza tomando como base los orígenes biológicos de cada capacidad para resolver problemas. Se compone de capacidades que son universales en la especie humana. Esta tendencia biológica se relaciona también con el entorno cultural.
Una escuela que genera habilidades está propiciando el desarrollo de las inteligencias.
Gardner afirma que en esta época de constantes cambios, de múltiples descubrimientos, de avances cotidianos, no es posible lograr dominar todo el saber como en la época renacentista. No podemos, pues, ser “todólogos”. Por ello es necesario hacernos conscientes de nuestra o nuestras inteligencias nucleares y especializarnos en esa área.
El mismo Gardner afirma:
Desde mi punto de vista, el objetivo de la escuela debería ser el de desarrollar las inteligencias y ayudar a la gente a alcanzar los fines vocacionales y aficiones que se adecuen a su particular espectro de inteligencias. La gente que recibe apoyo en ese sentido se siente, según mi opinión, más implicada y competente y, por ende, más proclive a servir a la sociedad de forma constructiva.
También enfatiza el desarrollo de habilidades como punto central de la actividad escolar, pero tomando en cuenta al ser individual, porque cada persona tiene un perfil de aprendizaje distinto, unas habilidades más desarrolladas que otras y en ellas debe centrar su interés, lograr definir su vocación y su especialidad. Tomando como base estos pensamientos, Gardner elaboró un diseño para una escuela ideal del futuro. Éste se basa en tres hipótesis.
- No todos tenemos los mismos intereses y capacidades.
- No todos aprendemos de la misma manera.
- En la actualidad nadie puede aprender todo lo que hay que aprender.
Así que sería necesario contar con una escuela centrada en el individuo, que fuera rica en la evaluación de las capacidades y tendencias individuales.
Propone un conjunto nuevo de funciones para los educadores:
1. Especialistas evaluadores que se encargarían de descubrir y comprender los intereses, así como las habilidades de los estudiantes de una escuela.
2. Gestor estudiante-currículum, dedicado a ayudar a igualar los perfiles de los estudiantes, sus objetivos e intereses, con los contenidos curriculares y estilos de aprendizaje.
3. Gestor escuela-comunidad, encargado de vincular a los estudiantes con las oportunidades de aprendizaje existentes en toda la comunidad.
4. El coordinador, responsable de supervisar a los maestros nuevos y del equilibrio de estudiante-evaluación-currículo y la comunidad.
Una escuela que se estructure de esta manera podría detectar tempranamente las habilidades y capacidades de las alumnas y los alumnos, y sería de gran ayuda para descubrir con qué experiencias pueden beneficiarse los niños, además de que identificaría, oportunamente, los puntos débiles que podrían atenderse de inmediato antes de que fuera tarde, y hallar alternativas que cubran esos puntos débiles.
Una escuela centrada en el individuo daría oportunidad a los alumnos y alumnas de descubrir que somos diferentes porque tenemos distintas combinaciones de inteligencias; reconocerían la variedad de inteligencias que existen, lo que les ayudaría a enfrentarse de manera más segura a los problemas del mundo.
Dice Gardner: “Si podemos movilizar toda la gama de habilidades humanas, no sólo las personas se sentirán más competentes y mejor consigo mismas, sino que incluso, es posible que también se sientan más comprometidas y más capaces de colaborar con el resto de la comunidad mundial en la consecución del bien general”.